San Sebastián (Donostia) es una ciudad con siglos de historia, y sus calles reflejan las transformaciones políticas, sociales y culturales que ha vivido. A lo largo del tiempo, los cambios de régimen —monarquía, república, dictadura y democracia— han dejado huella en el callejero. Algunas vías han mantenido siempre su nombre original, mientras que otras han cambiado en varias ocasiones.
En esta guía repasamos algunos de los casos más significativos, desde la Avenida de la Libertad hasta calles emblemáticas de la Parte Vieja.
El ensanche donostiarra y las calles que no cambiaron de nombre
Con la expansión de San Sebastián en el siglo XIX, se diseñó el primer ensanche, que iba desde el Boulevard hasta la actual Catedral del Buen Pastor. Los responsables de poner nombre a esas nuevas calles optaron por figuras históricas sin filiación política clara, lo que permitió que muchos nombres se mantuvieran sin cambios hasta hoy.
Ejemplos:
- Calle Garibay (siglo XV, escritor e historiador).
- Calle Peñaflorida (conde ilustrado y promotor de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País).
- Calle Andía (apodo de un notable tolosarra).
- Calle Bengoechea (en honor al escultor Ambrosio de Bengoechea, discípulo de Juan de Anchieta).
La Avenida de la Libertad: de Reina a España y vuelta
Una de las arterias principales del centro donostiarra ha tenido varios nombres:
- Camino Real: antes del derribo de murallas.
- Avenida de la Reina Isabel II: homenaje a la reina que impulsó el derribo de las murallas (mediados del XIX).
- Avenida de la Libertad: tras la Revolución de 1868 y la Primera República.
- Avenida de España: durante el franquismo.
- Avenida de la Libertad: recuperado en 1975 con el primer Ayuntamiento democrático.
Calle Arrasate: récord de cambios de nombre
La actual calle Arrasate es un buen ejemplo de cómo la política influyó en el callejero:
- Calle del Príncipe: en el origen del ensanche.
- Calle Pi Margall: en la República.
- Calle Hermanos Iturrino: en época franquista.
- Calle Arrasate: desde 1975 hasta la actualidad.
Otras calles del centro de San Sebastián
- Calle Urbieta: dedicada a un militar guipuzcoano que participó en la Batalla de Pavía y apresó al rey Francisco I de Francia.
- Calle Loyola: oficialmente “San Ignacio de Loyola”, aunque popularmente se use solo “Loyola”.
- San Martín, San Juan o San Lorenzo: recuerdan conventos o ermitas situados en la ciudad.
- Alfonso VIII: rey de Castilla que incorporó Gipuzkoa y Álava al reino castellano.
Parte Vieja: calles con historia y memoria
En la Parte Vieja abundan ejemplos donde los cambios fueron especialmente significativos:
- Calle 31 de Agosto: antes “Trinidad”, pasó a recordar el incendio y destrucción de la ciudad en 1813 durante la invasión anglo-portuguesa.
- Calle Fermín Calbetón: rebautizada en honor al diplomático y ministro nacido en esa calle.
Conclusión: un callejero que refleja la historia de Donostia
El callejero de San Sebastián es un auténtico espejo de la historia: desde la influencia de reyes y repúblicas hasta la memoria de ilustres guipuzcoanos. Algunos nombres, como los del ensanche, se han mantenido inalterables; otros, como Arrasate o la Avenida de la Libertad, cuentan con varias transformaciones según los vaivenes políticos.
Conocer el origen y evolución de estas calles no solo ayuda a orientarse mejor en la ciudad, sino que también permite entender la identidad de Donostia a lo largo del tiempo.