Un legado familiar reinterpretado con identidad local
En pleno corazón de Donostia, Paul González ha convertido un negocio con más de 124 años de historia en un espacio contemporáneo, singular y profundamente vinculado a la ciudad. La tienda Hermanos González no es solo un lugar donde se vende ropa; es una muestra de cómo una transformación respetuosa puede dar nueva vida al comercio local sin renunciar al pasado.
De tienda tradicional a concepto actual
El proceso de reforma ha sido integral y personal. Paul, implicado en cada detalle, ha mantenido elementos clave del local original como el suelo de madera, las antiguas oficinas —ahora reconvertidas en probadores— o el mostrador, recuperado de una joyería histórica y restaurado con mimo. El espacio refleja un equilibrio entre lo clásico, lo industrial y lo contemporáneo, diseñado para que la experiencia de compra sea cercana y acogedora.
Un modelo diferente de tienda
La disposición de la ropa, la iluminación, la decoración con libros y muebles antiguos —como un billar central o sofás de herencia familiar— convierten la tienda en un lugar que invita a quedarse. No responde al modelo tradicional de exposición masiva; hay intención estética y narrativa en cada rincón. “Queremos que sea como una casa”, comenta Paul, explicando que la tienda busca ser un lugar donde explorar, tocar y descubrir, más que un simple punto de venta.
La paradoja local: entre lo propio y lo ajeno
Uno de los aspectos que más se reflexiona en la entrevista es la diferencia de percepción entre el cliente local y el visitante. Mientras los turistas extranjeros se sienten atraídos por la tienda y su propuesta, el cliente donostiarra a veces se muestra más reservado. Una brecha cultural que afecta a muchos comercios de proximidad en San Sebastián.
Hecho aquí, pensado aquí
La producción de las prendas se realiza íntegramente en España y Portugal, con la intención de mantener la trazabilidad, la calidad y la identidad de cada producto. Esto forma parte de un compromiso con el entorno y con una forma sostenible de entender el diseño y el consumo.
Comercio local como parte del tejido urbano
La tienda Hermanos González es también una llamada de atención sobre la fragilidad del comercio local. “Nos echamos las manos a la cabeza cuando un negocio cierra, pero no lo apoyamos mientras está abierto”, se menciona en el vídeo. Es un recordatorio de que mantener vivos estos espacios requiere del apoyo continuado de la ciudadanía.
Un espacio en evolución
A pesar del esfuerzo ya realizado, el proyecto sigue creciendo. Paul trabaja en una zona de estudio fotográfico y oficina en la planta superior, y continúa ajustando detalles del interiorismo, siempre fiel a una idea clara: crear un lugar con alma, sin prisa, paso a paso.