Se trata de las primeras viviendas Passivhaus en un edificio centenario.
El centro de San Sebastián ya tiene las primeras viviendas Passivhaus, se encuentran en la calle Urbieta, en un edificio de 1910 y a escasos metros de La Concha.
Las viviendas Passivhaus tienen el mayor aislamiento térmico y acústico que existe, por lo que prácticamente no necesitan calefacción ni aire acondicionado porque la temperatura no varía en el interior de las casas en todo el año. Además, gracias a un sistema mecánico de renovación de aire, se eliminan los virus, bacterias y olores y las viviendas permanecen ventiladas sin necesidad de abrir las ventanas.
Las casas Passivhaus nacieron en los años 80 en Alemania y en España aparecieron los primeros edificios pasivos en 2009 y fundamentalmente eran inmuebles de obra nueva. En este caso, se trata de las primeras casas Passivhaus del centro de San Sebastián y las primeras Passivhaus en un edificio de más de 110 años. Además, se ha colocado un refuerzo en toda la estructura del edificio, una especie de exoesqueleto metálico. También se ha aplicado pintura y barniz intumescente que desarrolla una espuma aislante y protectora de baja conductividad térmica, evitando la formación de humos tóxicos y nocivos durante 90 minutos.
Construir una Passivhaus supone una mayor inversión económica inicial, pero el resultado es un ahorro energético de entre el 70% y 90%, confort térmico y acústico y gran calidad de aire. Esto significa que estas viviendas están hechas a prueba de pandemias, olas de frío/calor y contaminación acústica típica del centro de las ciudades.
Además de los beneficios de las viviendas Passivhaus, estos pisos cuentan con materiales constructivos exclusivos como, por ejemplo, una placa que reduce las tensiones que se transmiten al suelo, de hecho, es la primera instalación de este tipo que se hace en España.
Marcos Areizaga, director general de Areizaga Inmobiliaria, “Durante la pandemia estamos pasando más tiempo dentro de casa y esto ha acelerado el interés por las Passivhaus ya que están diseñadas para ahorrar y aumentar el confort dentro de la vivienda. Los edificios del centro de San Sebastián tienen más de 100 años pero estos pisos Passivhaus son más resistentes y eficientes que la obra nueva tradicional.”
Noticia publicada en El Diario Vasco e Idealista News