1. Identifica el tipo de vivienda
El primer paso es reconocer el tipo de vivienda que tienes y qué ajustes necesita antes de ponerla a la venta. Si es una propiedad antigua o en mal estado, considera vaciarla, pintar y realizar un home staging. Esto ayuda a mejorar la impresión emocional que causa la casa, un factor clave para los compradores. En caso de que la vivienda necesite reformas más profundas, es importante valorarlas e incluso ofrecer imágenes 3D de cómo se vería tras la renovación, lo que puede aumentar el interés en tu anuncio.
2. Evita sorpresas durante el proceso
La transparencia es clave en la venta de una casa. Recopila toda la información relevante sobre el estado de la propiedad antes de comenzar con las visitas: inspecciones técnicas, estado de la comunidad, posibles reformas municipales, entre otros. Esto evitará renegociaciones o desacuerdos que puedan surgir durante el proceso de venta, como gastos inesperados o derramas comunitarias, lo que puede retrasar la venta.
3. Apuesta por un buen posicionamiento publicitario
Invertir en publicidad es fundamental para que tu propiedad destaque entre las demás. La clave es que tu anuncio esté bien posicionado en portales inmobiliarios, ya que las primeras posiciones son las que más visibilidad generan. Cuanto más visible sea tu vivienda, más probabilidades tendrás de encontrar un comprador adecuado. Además, complementa la publicidad online con marketing offline, ofreciendo la propiedad a contactos de forma privada antes de lanzarla al mercado público.
4. Gestión eficiente de contactos y visitas
La gestión de visitas es una tarea más complicada de lo que parece. Antes de coordinar una visita, es esencial filtrar a los interesados para asegurarte de que la vivienda realmente se ajusta a sus necesidades. Esto evita visitas innecesarias que generan expectativas falsas y pérdidas de tiempo tanto para ti como para el posible comprador.
5. Negociación clara y sin sorpresas
Es recomendable negociar todos los aspectos de la venta de una sola vez, para evitar renegociaciones posteriores que puedan desgastar a ambas partes. Más allá del precio, se deben acordar otros detalles como las reformas comunitarias, los plazos de entrega o incluso los muebles, ya que estos pueden influir en el precio final.
6. Cierre de la venta: contrato y firma
Llegado el momento de cerrar la venta, es crucial contar con asesoramiento legal. El proceso suele comenzar con un contrato privado de compraventa, acompañado de un depósito, antes de formalizar la operación en una escritura pública ante notario. Asegúrate de que el comprador solicite los últimos informes de la comunidad, inspecciones técnicas y certificados de pagos al día, para evitar problemas legales o financieros.
7. Elige una buena inmobiliaria
Contar con una inmobiliaria de confianza puede marcar la diferencia en el proceso de venta. Aproximadamente el 70% de las ventas se realizan a través de agencias, que gestionan cada paso, desde la publicidad hasta el cierre de la venta. Al elegir una agencia, es importante revisar opiniones online y obtener recomendaciones de personas cercanas, para garantizar que la gestión sea profesional y eficiente.